La forma más sencilla de entender qué es la inflación es observar como los precios de los productos de consumo cotidianos, como la electricidad o la cesta de la compra, tienden a subir cada año. A esta subida de precios la llamamos inflación y son multitud de factores económicos los que influyen en cuál será el nivel de inflación. La forma de medirlo es mediante indicadores como: Índice de Precios al Consumo (IPC) o un deflactor del Producto Interior Bruto (PIB). No hay consenso entre los expertos económicos para determinar si la inflación es buena o mala, ya que se trata de un fenómeno complejo, con efectos positivos para unos como negativos para otros. Buscando estabilidad, los bancos centrales aplican medidas para situar la inflación en torno al 2% anual.
Hay otra forma de enfocar el mismo fenómeno y es la pérdida de valor en la moneda, ya que ligado al aumento de precios está la pérdida de poder adquisitivo; necesitaremos más dinero para comprar el mismo producto o servicio. Este efecto podemos verlo claramente con la emisión exponencial de nueva moneda por los bancos centrales. El efecto negativo se refleja en los mercados de divisas al depreciarse respecto a otras monedas. Esta depreciación de la moneda tendrá varios efectos, en la parte positiva los productos de esa economía serán más asequibles para otros países, por contra los ciudadanos pierden poder adquisitivo muchas veces sin ser conscientes, generando inflación.
¿Cómo se Produce la Inflación?
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Al tratarse de un fenómeno complejo son varios factores los que determinan el nivel de inflación en un país. Como comentábamos antes, forma de medirlo es mediante el IPC compuesto por una cesta de productos representativos. Uno de los motivos para producir un aumento en la inflación puede venir de la mano con el aumento excepcional en alguno de estos productos esenciales, por ejemplo la subida en los costes de generar electricidad, mientras otros están estables o incluso hayan descendido. La suma de todos ellos nos ofrece el precio medio, haciendo las veces de indicador.
¿Qué Factores Pueden Originar Inflación?
Una de las principales causas de la inflación es el aumento de la demanda en un producto o servicio cuando la oferta es limitada. Por poner un ejemplo fácil de entender, el aumento en el precio de determinados alimentos, como el marisco, durante las fechas navideñas son una muestra de inflación.
El aumento de impuestos o tasas arancelarias es otro importante ingrediente para aumentar la inflación. Al aumentar los impuestos, normalmente lo harán los productos y servicios a los que afecta. Difícilmente lo asumen las empresas o profesionales, termina repercutido en los productos y pagándolos el cliente final.
Normalmente hablamos de inflación en un país y medido por periodos anuales.
También puede influir en la inflación o el efecto contrario (deflación) la oferta monetaria. La oferta monetaria es la cantidad de dinero disponible en los bancos centrales para circular en los mercados financieros. Este dinero puede ser usado para la concesión de créditos a particulares, empresas privadas o financiar deuda pública o privada. Un exceso de oferta monetaria, teóricamente debe favorecer el aumento de la actividad económica, pero al mismo tiempo el aumento de los precios: esto es inflación.
El Mercado de Divisas e Inflación
Otro factor fundamental es el precio de la moneda local frente a otras divisas. Cuando se produce un aumento de valor esta moneda gana en poder adquisitivo respecto a otros países, pero por contra sus productos serán menos competitivos. El valor de todas las monedas fluctúa en un mercado llamado Forex.
Es una practica habitual, aunque poco conocida, el “influir” en el precio de las monedas con diversos objetivos. Desde que las principales monedas abandonaron el patrón oro, su respaldo se basa más en un acto de fe, una promesa, que en un valor real de mantener el poder adquisitivo.
Cuando los gobiernos desean activar las exportaciones y dar impulso a la economía interior, suelen recurrir al abaratamiento de su moneda respecto a la de sus clientes. De esta manera consiguen hacer más atractivos los precios de venta. Por contra los habitantes de ese país o región ven disminuido su poder adquisitivo fuera de esa moneda y del mismo modo sus ahorros valen menos, aún con el mismo importe.
Efectos Positivos y Negativos de la Inflación
Las ventajas y desventajas de la inflación dependen de varios factores, en economía las cosas no son blanco o negro. Suele haber beneficiados y perjudicados. Por ejemplo, si sube la inflación un 2%, a los trabajadores a los que les apliquen una subida equivalente en el salario se verán beneficiados, si tienen una deuda de crédito o hipoteca. Para ellos el valor de su deuda ha descendido.
Este mismo efecto se produce con la deuda de los países, la inflación con el paso de los años va mermando el valor de la deuda. Algunos economistas apoyan la emisión de deuda sin restricciones basándose en este efecto. Este planteamiento no tiene en cuenta los efectos negativos, como el descenso del valor en la moneda frente a otras divisas.
A nivel particular la inflación tiene efectos sobre el ahorro, tener el dinero en una cuenta bancaria sin remuneración, lo habitual en estos tiempos, supone estar perdiendo dinero. En otras palabras, ahorrar no tiene sentido a menos que se invierta en productos con beneficios, al menos similar a la inflación.
Otro efecto es el efecto en el consumo, cuando esperamos una inminente subida de precios, aceleramos la compra de productos. O por el contrario, cuando los precios de la vivienda están descendiendo, retrasamos la compra hasta considerar que han alcanzado un suelo.
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