¿Qué es la estanflación?

La estanflación es un fenómeno económico en el que coinciden dos situaciones negativas, aparentemente contradictorios. Por un lado, los precios en productos cotidianos experimentan un fuerte crecimiento y, por otro lado, el ciclo económico se encuentra estancado o en declive. Aun así, el ritmo de la inflación, aumento de precios no cede. Es la tormenta perfecta, para la destrucción de empleo.

 

imagen qué es la estanflación

¿Qué significa una estanflación?

Como hemos comentado qué significa estanflación, es un fenómeno causado por la suma de recesión económica e inflación. El consenso de economistas establece la aparición de la recesión cuando, en una economía, desciende el volumen de ingresos dos trimestres seguidos. Mientras, con la inflación se considera razonable un crecimiento anual del 2%. De hecho, la principal función de los bancos centrales es mantener la inflación en ese porcentaje. Para ello tienen poderosas herramientas como la emisión de nuevo papel moneda, aumentando la masa monetaria y, por otro lado, variar el tipo de interés, el precio del dinero, en otras palabras.

 

En pocas ocasiones pueden darse dos situaciones antagonistas como inflación y recesión económica. Este verano del 2022 es una de esas desafortunadas ocasiones. Con la llegada del Covid-19 y los confinamientos, la economía mundial tuvo que detenerse, excepto los sectores imprescindibles. Los bancos centrales de las principales economías del mundo reaccionaron imprimiendo nuevo dinero en cantidades ingentes para evitar una ruptura de la economía en sus zonas de influencia. Esta inyección de dinero en el sistema consiguió el objetivo de evitar un colapso, pero la historia demuestra que la creación de dinero por encima de la riqueza real tiene un efecto pernicioso, la temida inflación.

 

Respecto a la recesión económica, la guerra en Ucrania fue el detonante de tensiones diplomáticas y comerciales. Al deteriorarse las relaciones comerciales con el mayor proveedor de gas y petróleo de Europa, el precio de la energía se ha disparado. La energía es clave para la economía doméstica y en mayor medida para la industria. Las empresas se ven obligadas a trasladar el precio de la electricidad o combustible a sus clientes, por lo que son menos competitivas o estrechan los márgenes de beneficios. Algunas empresas conseguirán aguantar, pero otras desaparecerán. Este periodo donde desciende el volumen de negocio de manera continuada se llama recesión.

“No existe una receta para salir de la estanflación; sin dolor”

La consecuencia del Covid-19 y la impresión desmesurada de dinero, más las consecuencias de la invasión en Ucrania con la escasez de materias primas relacionadas con la energía, han hecho coincidir dos fenómenos económicos muy perniciosos. Tenemos recesión acompañada de alta inflación, este proceso recibe el nombre de estanflación. Los economistas lo consideran uno de los peores escenarios económicos posibles, no existe una receta para salir de la estanflación sin dolor. La “solucíon” tradicional para estimular la economía; bajar el precio del dinero es contraproducente para la inflación. Si se hace lo contrario, subir el precio del dinero, se conseguirá bajar el consumo y, por lo tanto, la demanda y con ello los precios a costa de enfriar la economía.

 

Consecuencias de la estanflación

De todas las consecuencias de la estanflación, la más evidente para la mayoría es el aumento del desempleo y un menor poder adquisitivo para las familias. Esto implica un menor consumo por parte de los hogares al elegir solo productos de primera necesidad. En un entorno normal, esta caída de la demanda se traduciría en un descenso de los precios, pero en este caso los precios siguen aumentando. El Banco Central Europeo (BCE) tiene como objetivo que la tasa de inflación se mueva en torno al 2%, pero en el momento de escribir este artículo el IPC armonizado en la Zona Euro está en 8,6 %.

 

Sufrimos una elevada inflación, desempleo aumentando y la tasa de crecimiento comienza a reducirse, especialmente en los países periféricos: Italia, España, Portugal y Grecia.
La estanflación provoca el empobrecimiento económico del territorio o zona económica que la sufre. El estancamiento de la economía provoca el deterioro en los balances de las empresas y se traduce en el empobrecimiento de los trabajadores. Estos trabajadores se ven obligados a reducir el consumo y, por lo tanto, aumenta más el estancamiento económico. Se produce así el efecto bola de nieve negativo.

 

La estanflación afecta más al crecimiento de algunos sectores productivos, en la actualidad se ven afectados especialmente las industrias con mayor consumo energético. Transportes, industrias acereras, transformación de cristal o plásticos son algunos ejemplos de sectores más perjudicados por el encarecimiento de la energía.

 

imagen Crecimiento de la economía

 

En lo relativo a la recuperación de la economía, el proceso es muy lento, pues un gran porcentaje de las empresas se encuentran estancadas, a la vez que retomar su producción es un proceso muy complicado por las consecuencias de la propia inflación que acompaña a esta situación previa.

¿Cómo combatir la estanflación?

Cuando los economistas teorizan sobre cómo combatir la estanflación, coinciden en que hablamos de una situación de ningún modo sencilla de solucionar y las recetas siempre traerán “dolor”. Se puede asegurar que estamos ante uno de los peores escenarios económicos, son muchos factores y partícipes diferentes. Controlar con éxito la estanflación haciendo el menor daño a los más débiles del sistema, es una actividad muy compleja.

 

Como comentábamos antes, las medidas monetarias y fiscales expansivas, que habitualmente aplican los bancos centrales para estimular la economía cuando se estanca, tienden a generar más inflación. Mientras las medidas monetarias restrictivas utilizadas cuando la economía está sobrecalentada, con inflación, reducen el dinamismo y crecimiento económico.

 

Es muy difícil combatir la estanflación, incluso con los avances que ha registrado la ciencia económica, los expertos siguen temiendo a la estanflación. No existen herramientas adecuadas para combatir estos dos fenómenos al mismo tiempo de manera general. La solución pasa por medidas “quirúrgicas” incidiendo en aspectos muy concretos donde existe mayor desequilibrio o tensión. Algunas de estas medidas irían en la línea de reducir impuestos a en los sectores más afectados, para evitar cierres y despidos. Mayor flexibilidad laboral tratando de dar margen de maniobra a las empresas a ajustar las platillas a las necesidades reales. Medidas que faciliten conseguir atravesar este difícil periodo económico con éxito.

 

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